Hoy critico yo: Sidonie
Fecha: 13 de febrero
Lugar: Sala All the People, Segovia
Si el pasado mes de enero os hablaba de la magia que transmiten las salas pequeñas cuando un grupo está a tiro de piedra del público, esta vez debería hablaros de aquellos grupos cuyo espectáculo está dirigido exclusivamente a salas de foro reducido, como es el caso de Sidonie.
Aunque toquen en grandes macroconciertos en festivales de verano, los orígenes del trío barcelonés son las salas pequeñas, donde han aprendido cómo sintonizar con el público, pero sobre todo, son donde se encuentran más a gusto cuando tocan. No existe la intimidación continua de la masa.
Todos sus conciertos desde el momento que decidieron saltar del inglés al castellano en sus letras, tienen un mismo guión, repiten una y otra vez independientemente del disco a presentar. Seamos sinceros no son los únicos que tienen un único show que repiten una y otra vez.
La actual gira de presentación de El Incendio, quinto disco de estudio y tercero en castellano, es más de lo mismo. Los antaño disfraces han terminado por desaparecer, así como el Sitar y el efecto sorpresa que caracterizaba al grupo, algo que se ha extrapolado al disco, un buen disco de pop pero sin los experimentos y sonidos psicodélicos de sus primeros discos.
Con esto no quiero decir que el concierto fuera aburrido, al contrario; libres de condicionantes, Sidonie disfrutan como nunca en sus directos (pasamos de poco más de una hora en su anterior gira a casi dos horas), pareciendo que tocan más para ellos mismos que para el público.
Las bases de grupo de rock siguen ahí, gracias a esa formación los temas de El Incendio ganan en directo lo que han perdido en el estudio, frescura. Se echan de menos algunos temas antiguos (incluso las versiones que eran obligatorias), pero como todos sabemos, hay que dar su importancia a lo nuevo que a lo conocido, pero el repertorio actual está equilibrado de inicio a fin, como la misma trayectoria artística del grupo.
Lugar: Sala All the People, Segovia
Si el pasado mes de enero os hablaba de la magia que transmiten las salas pequeñas cuando un grupo está a tiro de piedra del público, esta vez debería hablaros de aquellos grupos cuyo espectáculo está dirigido exclusivamente a salas de foro reducido, como es el caso de Sidonie.
Aunque toquen en grandes macroconciertos en festivales de verano, los orígenes del trío barcelonés son las salas pequeñas, donde han aprendido cómo sintonizar con el público, pero sobre todo, son donde se encuentran más a gusto cuando tocan. No existe la intimidación continua de la masa.
Todos sus conciertos desde el momento que decidieron saltar del inglés al castellano en sus letras, tienen un mismo guión, repiten una y otra vez independientemente del disco a presentar. Seamos sinceros no son los únicos que tienen un único show que repiten una y otra vez.
La actual gira de presentación de El Incendio, quinto disco de estudio y tercero en castellano, es más de lo mismo. Los antaño disfraces han terminado por desaparecer, así como el Sitar y el efecto sorpresa que caracterizaba al grupo, algo que se ha extrapolado al disco, un buen disco de pop pero sin los experimentos y sonidos psicodélicos de sus primeros discos.
Con esto no quiero decir que el concierto fuera aburrido, al contrario; libres de condicionantes, Sidonie disfrutan como nunca en sus directos (pasamos de poco más de una hora en su anterior gira a casi dos horas), pareciendo que tocan más para ellos mismos que para el público.
Las bases de grupo de rock siguen ahí, gracias a esa formación los temas de El Incendio ganan en directo lo que han perdido en el estudio, frescura. Se echan de menos algunos temas antiguos (incluso las versiones que eran obligatorias), pero como todos sabemos, hay que dar su importancia a lo nuevo que a lo conocido, pero el repertorio actual está equilibrado de inicio a fin, como la misma trayectoria artística del grupo.
2 Comments:
Hay que ir a ver a estos chiques
febrero 23, 2010 11:00 a. m.
Ve ve.
febrero 23, 2010 5:00 p. m.
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