Hoy critico yo: Los Vengadores

Cuando desde Marvel decidieron que era el momento de convertirse en una productora cinematográfica, viendo el gran éxito cosechado por las trilogías de X-Men y Spiderman, muchos vieron la oportunidad de crear un universo cohesionado entre las diferentes (y futuras) adaptaciones por parte de la Casa de las Ideas.

Curiosamente, ese era el plan a seguir de la mente pensante de Marvel Studios, Kevin Feige, siendo su primera pieza ese final oculto en la primera película del estudio (su primer éxito de crítica y taquilla), Iron Man. Desde ese lejano 2008, han pasado cuatro películas más hasta llegar a vislumbrar el final de ese plan inicial, Los Vengadores.

Tras su exilio de Asgard, el maquiavélico plan de conquista del semidiós Loki, ayudado esta vez por una misteriosa raza extraterrestre, se topa ante la oposición de SHIELD. Nick Furia ante la imposibilidad de contraatacar al semidiós con medios convencionales, recupera la Iniciativa Vengador, agrupando a los principales héroes que dispone para proteger al planeta de la inminente invasión alienígena.

Con Joss Whedon, guionista y director de Buffy Cazavampiros y Serenity/Firefly, a los mandos de esta hipérbole función superheroica, Marvel presenta la traslación definitiva de viñeta a celuloide para el público de masas, sin perder su identidad por el camino y no resultar un producto infantil y pueril cómo ha ocurrido con su Motorista Fantasma o Green Lantern de la distinguida competencia.

Conocedor del medio que ama y respeta, Whedon traslada el mundo del cómic dentro de un sencillo pero eficaz guión cinematográfico, capaz de aunar acción y momentos más tranquilos, salpicados de excelentes y fluidos diálogos (marca de la casa), en una película coral, con demasiados personajes de mucho peso argumental y presencial, otorgando a cada uno de ellos su momento de gloria e importancia narrativa dentro del desarrollo de la historia, más grande que ninguna otra contada (marca de la otra casa, la de las Ideas), para presenciar el nacimiento gamberro y espectacular de Los Vengadores, cuyos componentes hablan con propia, comportándose cómo ellos mismos, con su propia personalidad, la misma que podemos leer mes a mes en sus aventuras gráficas.

Sin ser la película perfecta de (grupo de) superhéroes, cuyo privilegio lo tiene X-Men 2 de Bryan Singer (so pena no haber tenido ni el presupuesto y la libertad creativa de Whedon, y aún así...), estamos ante el mejor producto nacido de la dupla Marvel Studios y Disney, capaz de dejar a productos similares y a sus realizadores en muy mal lugar (Transformers 3 de Michael Bay es el ejemplo más claro, por demasiadas similitudes), cuya culminación es un plano secuencia apabullante, una doble página o splash-page de cualquier cómic Marvel, ejemplo claro que la espectacularidad no está reñida con el buen hacer.

Está claro que el éxito de esta película tiene un nombre propio, Joss Whedon. Durante todo el metraje (esas casi dos hora y medía sin descanso ni aburrimiento), al menos para mi, el espectador contempla las mejores cualidades de Buffy Cazavampiros y Serenity, las obras magnas de Whedon en la televisión (sazonadas con situaciones sacadas de Astonishing X-Men, cómo ese Thor subido a la nave de Shield igual que Coloso en el tebeo), los diálogos frescos e inteligentes, las interacciones entre personajes, las peleas made in Marvel entre superhéroes, el momento culminante que lleva a la creación de un equipo, todo esto y más ya se ha visto en la pequeña pantalla, pero en cine está magnificado, incluso mejorado, donde el humor es el mejor aliado posible para evitar tomarse demasiado en serio unos personajes poco “reales“ como dioses mitológicos o monstruos verdes.

A pesar de ser una película coral, con muchos personajes (unos mejor que otros; sigo pensando que hubiera sido mejor Viuda Negra Emily Blunt que la estática y peor actriz Scarlet Johansson), la gloria recae en Robert Downey Jr y Tom Hiddleston, Iron Man y Loki, héroe y villano de la función. Necesarios ambos en el desarrollo de la acción como complementarios sus papeles de “líderes”, desencadenes de esa extraña alianza inevitable que resulta ser Los Vengadores. De igual modo, la ubicación de la mayor parte de la acción, esa Nueva York devastada por los ataques y la joya de la corona, el Helitransporte de Shield, son las herramientas necesarias para aquello que Whedon necesita para mover a sus personajes.

¿El futuro? Se presenta inmejorable, siempre y cuando tengamos a los artesanos a bordo, por que la odisea se torna complicada. Mientras tanto, a disfrutar, que no es poco.