Hoy critico yo: Cálico Electrónico

¿Cómo es posible que un retaco en pijama y mal hablado tenga éxito? Muy fácil, siendo el héroe genuinamente español: ridículo, torpe, con bigote, gracioso, mal hablado, y por supuesto más salido que el asa de un cubo. Y no, no sea escapado de un episodio de Los Serrano.
El Cálico Electrónico es un amalgama de varios superhéroes actuales, con dos claros precedentes: Batman y el perro samurai de los dibujos de Hanna Barbera, Hong Kong Fu. Desde el inicio encontramos homenajes a todos los personajes donde se basa: la presentación es la misma que en los dibujos de la excelente serie de animación Batman Adventures, además de la bat-señal, perdón, la cálico-señal, y la ausencia de superpoderes; el cambio de traje, igual que Hong Kong Fu, e incluso luchan de la misma manera, sin sentido y técnica apreciable; un fiel compañero que aporta los utensilios para vencer a los villanos, como 007; y un traje parecido a cualquier chandal del Carrefour.
Y que pasa con los villanos, pues un tanto más de lo mismo: robots gigantes, marcianos respondones, un hombre lobo con sorpresa, el lado oscuro de Cálico electrónico (como los Sith de Star Wars), la ladrona atractiva, otro ridículo personaje con poderes; luego están los villanos genuinamente españoles, los niños cantores de San Ildefonso; un villano sacado de la película Golpe en la pequeña China de John Carpenter, entre otros.
La serie se compone de doce capítulos, divididos en dos temporadas, realizados en animación por Flash. Su creador es Nikodemon, el mismo que realiza las animaciones del Doctor Birufilla en elpais3.com. Cada capítulo sigue un mismo esquema: la presentación del villano de turno, que vence al héroe, y este mediante un accesorio distinto lo vence al final; de postre, los créditos del final con tomas falsas.
La serie es divertida, con algún que otro episodio flojo, te deja con ganas de ver el siguiente. El doblaje es una de las grandes bazas de la serie; el héroe habla como Florentino Fernández imitando a chiquito de la calzada, pero con más gracia. Las demás voces son de tono absurdo, pero acompañan al resultado.
Pero todo lo que yo diga no sirve de nada sino no se disfruta de los capítulos, sobre todo el titulado Cómo ser Cálico Electrónico, y Cálico (el origen). Pues nada, a divertirse.