De viñeta a Viñeta: Happy Days
Hace casi veinte años, Frank Miller creo para la editorial Dark Horse, Sin City, su peculiar homenaje a la obra de su maestro Will Eisner, The Spirit. La admiración que esta serie de historias de genero negro tuvo en algunos artistas fue bastante palpable, e inspirador para muchos jóvenes aspirantes a dibujantes, como a un joven Alejandro Miguel de Hoyos, más conocido por su alias, Massacre.
El trillado guión del típico asesino en serie, que puede recordar a la película de David Fincher, Seven, está más que patente en Happy Days. Tenemos a nuestro asesino, sus victimas, todas ellas mujeres de artes amatorias, una pareja de policías, un misterio que resolver para capturarlo, pero ahí acaban las semejanzas. El honor de capturar al asesino recae no solo en la nueva pareja de compañeros (una joven detective y un cuarentón algo trasnochado), sino en los otros dos protagonistas, un viejo policía con un mes de vida, decidido a meter entre rejas al esquivo asesino y su compañero herido, que entre ambos han ido hilando las pistas que nuestro villano ha dejado en mensajes de teléfono (unos de los actos más crueles que se ven en el cómic) y en las escenas del crimen.
La gran cantidad de personajes, a los que hay que sumar un matón resentido con ansias de venganza, strippers y prostitutas, y un profesor de universidad, componen este rompecabezas de ideas inteligentes, entretenido y en ocasiones fascinante, que al finalizar su lectura se hace escaso.
A diferencias de las alargadas historias que desde hace años se publican, que terminan aburriendo, Happy Days posee el problema contrario. Hubiera sido necesario al menos un capítulo más, para desarrollar la trama, cuyo final, predecible como no podía ser de otra manera, se antoja precipitado ante la falta de espacio o por otro motivo, como la decisión del autor de cerrar la historia.
El estilo de dibujo de Massacre, deudor de las historias de Miller, ha ido mejorando trabajo tras trabajo, página a página. Poseedor de una narración algo estática en ocasiones, es capaz de resolver con solvencia cualquier tipo de acción, ya sea violenta como cotidiana. Sus personajes son rudos cuando deben serlo, y sus protagonistas femeninas son sensuales y bellas, siempre, no lo vamos a negar. Algo de culpa debe tener su buen amigo RyP (Nancy in Hell).
A pesar del final tan repentino, Happy Days se disfruta de principio a fin, con una trama elaborada, escasa en su desarrollo pero eficaz al termino de ella.
1 Comments:
Muy Sin City para mi gusto.
febrero 15, 2011 8:22 p. m.
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