Hoy critico yo: Chronicle

Decir que las películas basadas en superhéroes (o gente con poderes) es un género en si mismo dentro de la industria del cine, es una realidad, que hace bien poco nadie creía posible. Que ese mismo género comienza a aburrir, también. Ocurrió con el western, el cine de gángster, los musicales, y las películas de romanos. Es inevitable.

También puede ser evitable que esa defunción sea un desecho de Serie B lo que nos quede en la retina. Es posible que el género siga dando alegrías y grandes momentos, e incluso alguna vuelta de tuerca al género, como bien podría ser la opera prima de Josh Trank, Chronicle.

Narración de cámara en mano, en (una falsa) primera persona, debido a la decisión de uno de los protagonistas de grabar todo lo que ocurre a su alrededor, nos presenta a Chronicle como la versión con superpoderes de REC o Cloverfield/Monstruoso, con toques de crítica social desde el punto de vista adolescente, sin llegar al puro espectáculo de las series de MTV tipo Madre a los 16, nos cuenta la historia de tres amigos, cada uno representando los roles típicos de una película o serie juvenil, unidos por un desafortunado encuentro con un extraño mineral (que recuerda a las primeras temporadas de Smallville, cuando el contacto con la kriptonita proporcionaba diferentes poderes) les proporciona telequinesia a los tres.

El aprendizaje de esos poderes, las típicas travesuras o bromas pesadas, todo ello recogido por la cámara personal de uno de ellos, siempre de manera inocente, llega a un punto de no retorno, cuando la risa se convierte en miedo y violencia, haciendo bueno el lema de Spiderman “Todo poder conlleva una responsabilidad”, previo a su inevitable y trágico final.

Sin ser una película original, Chronicle, no trata de engañar a nadie. La historia es previsible desde su inicio, es la forma lo que da valor a esta filmación frente al resto. Trank con los medios y trampas de montaje que dispone, recrea la subida y caída de Andrew, el paria del grupo, el personaje que sufre el maltrato de su padre y sus compañeros de instituto, como punto de partida del conjunto de la película. De él surge la presentación de todos los personajes que pululan por el metraje, siempre grabados por su cámara, que termina siendo el cuarto protagonista de la historia.

Podría extenderme más, destripar las sorpresas y secretos de Chronicle, pero su visionado se antoja necesario para valorar tanto la película cómo este género que por ahora se mantiene en lo más alto de las listas de recaudación.