Advertencia: Este Blog contiene material dirigido a un público adulto e incluye desnudez, lenguaje vulgar y alusiones de tipo sexual. Se recomienda orientación paterna.

martes, marzo 02, 2021

Vivar

 De buenas a primeras, la Serie Negra ha gozado de poco interés, en principio, para el gran público en España. Más allá de Pepe Carvalho de Manuel Vázquez Montalbán, o Javier Falcón del escrito inglés Robert Wilson, La Semana Negra de Gijón, y, por supuesto, El Crack de José Luis Garci, poco hemos podido disfrutar de un género muy ligado al imaginario (y entretenimiento) del siglo pasado.

Esa tendencia ha cambiado, no solo por estos lares, sino en todo el mundo. Los éxitos literarios provenientes de la fría Europa del Norte, los thrillers hipervitaminados surgidos de Corea del Sur, se han codeado con el enorme labor de Ed Brubaker en el mundo del cómic (Gotham Central, Batman, Capitán América, Sleeper, y sobre todo, Criminal), propiciando una segunda juventud para un género que nunca ha pasado de moda.

Adela es una madre preocupada por su hija, Jimena. Desconoce el motivo de su miedo, será la gran urbe o esa demasiada perfecta pareja de su hija, pero ese temor no la impide contratar a un antiguo policía llamado Vivar.

Un súbito asesinato envuelve a Vivar en una carrera a contrarreloj para salvar la vida de su clienta, además de resolver un crimen no buscado, mientras sigue desesperadamente sumergido en su vendetta personal.

Vivar es la nueva obra del guionista David Braña, autor que sabe moverse como nadie en relatos de género, sobre todo Noir, género que adora (y que me confesó en su paso por Tomando un Chiriflús), donde además sabe desenvolverse con suma facilidad.

Braña construye una sencilla historia, muy directa, sin atajos, jugando con todos los tópicos del género: detective privado con tumultuoso pasado y un dudoso gusto por la autodestrución, la inevitable Femme Fatale, una situación poco agradable, y cómo no, el fiel aliado. Vivar es un personaje construido en tópicos, así es, pero resulta cercano y muy conocido, más que nada, porque ningún protagonista de este género destaca por su originalidad, pero Vivar es nuestro tópico, ese antihéroe quijonesco que no sabe parar a tiempo, noble pero cruel a la vez, que prefiere recrearse en su huraño estilo de vida que acercarse a una normalidad que conlleve su felicidad, y a pesar de todo se desvive por ayudar al débil.

Con la acción situada en Madrid (aunque bien podría ser otra ciudad grande española, me viene a la mente Sevilla, que encajaría a la perfección tanto con la historia como con el protagonista), tanto Braña como Pedro Segade, dibujante de la obra, huyen de ubicaciones conocidas ha excepción de la Catedral de la Almudena, para llevar a su protagonista a través de un tour de force cuya meta parece lejana para él. Aún siendo una decisión acertada ubicar la acción en una ciudad tan grande como Madrid, me extraña mucho el poco papel que juega la misma, el poquísimo protagonismo que tiene, más allá de un par de lugares mencionados, máxime a la importancia que poseen las ciudades en este tipo de relatos (véase el ejemplo de Sin City de Frank Miller, por poner un ejemplo).

A nivel gráfico encontramos una pequeña diferencia al típico relato gráfico de género negro: el color. Y digo el color, porque en vez de abusar del blanco y negro o de una paleta de colores apagados y grises, Segade usa colores vivos para la puesta en escena de Vivar. De este modo su personal estilo consigue acoplarse al guión de Braña, que demanda un trazo más ligero y directo (incluso engorroso), que Segade consigue difuminar con un tratamiento de personajes y expresiones notable, aunque a la hora de plasmar esa necesaria acción, opta por no complicar al lector y se muestra un tanto sobrio, resultando muy curioso, por que su dibujo me recuerda poderosamente al neozelandés Collin Wilson, dibujante especializado en tebeos de acción como Point Blank (con Ed Brubaker), el Juez DreddXIIIBlueberry o Una bala en la cabeza.

Vivar es una obra redonda que se lee con una facilidad pasmosa, tanto que se queda corta, dejando de ganas de más. Estamos ante el episodio piloto de una serie, de una Serie Negra con mayúsculas, que espero que tenga una continuación en el futuro. Las desgracias de Vivar bien lo valen.

No suelo comentar la ediciones de los títulos reseñados, pero esta vez hay que aplaudir a Nowevolution por su excelso trabajo en la cuidada publicación y edición de Vivar, un camino del cual las grandes editoriales deberían tomar nota.

Entrevista de David Braña en Tomando un Chiriflús