MANGA por hombro: Mi vecino Totoro
Hablar de Hayao Miyazaki, denominado el Disney japonés, es hablar de la creatividad imaginativa más inteligente que existe a día de hoy en la animación. Autor preocupado por la naturaleza, la convivencia del hombre con el planeta, la responsabilidad, y el uso de la violencia, ha creado una imaginería propia repleta de criaturas fantásticas, dioses, villanos y nobles personajes, que pueblan sus películas, como Porco Rosso, Nausicaä, Nicky la aprendiz de bruja, y sobre todo sus obras más reconocidas, El Castillo Ambulante, El viaje de Chihiro, La princesa Mononoke, y la película que nos ocupa hoy, Mi vecino Totoro.
Película de animación realizada en el año 1988, en plena decadencia de la factoría Disney, abrió las puertas de la animación japonesa definitivamente en occidente (aunque su consagración se produjo tres años después con Akira), gracias al torrente de ideas e imaginación en la hora de narrar una historia para niños y adultos.
Para hablarnos de Mi vecino Totoro, nadie mejor que Apus Trópica.
Satsuki y Mei son dos niñas no muy distintas de cualquier dibujito japonés: ojos grandes, boca grande, pelo raro, vestidos cortos y la actitud de desayunar una buena dosis de adrenalina cada mañana. Se mudaron a una casa vieja junto a su padre para poder estar cerca del hospital, donde la mamá estaba internada por tuberculosis. Este dato no aparece en la película, pero si en la historia original, acá solo dan a entender que la enfermedad que tiene es grave.
La historia pasa por Mei, la más pequeña, que en uno de sus recorridos y gastadero de energía constante, se encuentra con un pequeño picacho blanco y lo sigue y lo sigue y lo sigue, hasta que se topa con otro picacho, un poco más grande y color azul. La pequeña se vuelve loca y comienza a correrlos con más ganas y encuentra a otro más grande, que se había comido a toda la liga entera de pokemones. Este pokemón superdotado es una especie de “espíritu del bosque”. Totoro, como le dice Mei con su mala pronunciación, en realidad es un totoru (un troll): Mezcla de Búho, gato y conejo amante de los ¡paraguas!
Las pequeñas no dejan de gritar, saltar, correr y sorprenderse de todo lo que ven a su paso. Que si la casa esta rota, que si todo está sucio, que si unas cosas negras y peludas andan por ahí, que en la huerta hay verduras para cosechar, que hay un árbol grande ¿Qué niño se sorprende de ver un árbol grande? Todo es motivo de risas, gritos y saltos exagerados para estas dos niñitas, que quizás se tragaron algunos mosquitos de la zona, pues, tanta alegría acumulada no es de fiar.
Me llamó la atención la naturalidad con la que se tomaban las apariciones del troll y la explicación lógica del padre ante estos fenómenos. También la extremada alegría de estas dos niñas, porque no es un sentimiento que se manifestara con tamaña magnitud en el resto de los personajes. Era como si ellas estuvieran aceleradas y fuera del tiempo (para no decir drogadas); es que solo las niñas podían ver a Totoro, como una especie de mundo mágico en paralelo, solo para ellas. De hecho, cuando aparecen los duendes del polvo “Makkuro Kurosuke” la abuela les dice que ella los veía de pequeña. ¿Qué les dan de comer a los niñitos en Japón?
Mi vecino Totoro mantiene la misma locura que pude ver en Nausicaä del valle del viento, que va sorprendiendo a los espectadores con sus personajes tan peculiares, raros y espontáneos. En sí me gustó bastante, aunque debo decir que no tanto como Nausicaä.
Le van tres porotos.
7 Comments:
¡¡Que bonita!!
Ais, no he podido ver esta película. Con ver el video me han entrado más ganas.
mayo 17, 2007 7:07 p. m.
Tal vez debieramos preguntarnos porque no nos sorprendemos de los arboles mas amenudo. Por lo demas coincido en que me gusto mas Nausicaä, aunque esta tiene un lugar especial
mayo 17, 2007 8:34 p. m.
Lo vamos a hacer noyiko... cuando queden solo tres.
mayo 17, 2007 8:56 p. m.
como sabías que esa era la parte que más me gustaba!! :D
Gracias!!
mayo 18, 2007 12:21 a. m.
qué buena pinta, no la conocía. Voy a buscarla.
mayo 18, 2007 10:50 a. m.
El gatobus es acojonante de chulo.
mayo 18, 2007 6:15 p. m.
Ay q me muero de la risa jajajajaja. La primera imagen es como el chiste ese de: "sabes lo que hace un canario de 40 kilos en la rama de un árbol?" jajajajajaaa
mayo 28, 2007 2:16 p. m.
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