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lunes, enero 27, 2014

De viñeta a Viñeta: El Quinto Beatle

“La mitología se recuerda mejor y con más cariño que la historia. ¡Es más divertida! De modo que inventamos leyendas en lugar de contar la verdad. ¿No está de acuerdo?”

Esta frase escrita por el guionista Vivek J. Tiwary, dicha en boca del protagonista, define a la perfección el espíritu de El Quinto Beatle: La historia de Brian Epstein, una oda a una de las figuras del mundo de la música más importantes del Siglo XX, que por desgracia pasa siempre desapercibido por los escribas de la biografía del mejor grupo musical de todos los tiempos, Los Beatles.


Brian Epstein, para aquellos que lo desconozcan, fue el encargado de sacar al cuarteto de Liverpool de las cavernas, o mejor dicho, de The Cavern Club, pub donde tocaban para ganarse la vida, a la vez que compaginaban sus actuaciones en Hamburgo (Alemania), para hacerles más famosos que Elvis. Y lo consiguió.

Epstein, judío de nacimiento, inteligente y culto a pesar de regentar el negocio familiar de una tienda de discos, fue visionario y gran gestor con un olfato impecable para los negocios y los asuntos comerciales (quién se iba imaginar que hacer muñequitos de sus pupilos en la década de los sesenta iba ha ser un negocio redondo), se volcó de tal manera en SU proyecto para hacer inmortales a The Beatles, que olvidó lo más importante, cuidar de si mismo, muriendo a la edad de 32 años de una intoxicación de barbitúricos y en completa soledad el 27 de agosto de 1967.


El estrés y a presión de llevar a lo más alto a Los Cuatro de Liverpool, sumada a su condición de homosexual, delito en Inglaterra penalizada con la cárcel, llevó a Epstein al consumo desaforado de barbitúricos, además de vivir en una completa soledad, sin que nadie compartiera con él su carga, pero sobre todo sus sueños y ambiciones, marcaron su carácter luchador y esa búsqueda de la felicidad, que siempre terminaba proyectando en Paul, Ringo, George, y John (su favorito, y el más cruel con él).

Por que en cada una de las páginas seremos testigos de excepción de la leyenda de Brian Epstein, escrita con talento por Vivek J. Tiwary, guionista que descubrió estudiando en la Universidad a este luchador incansable de la libertad musical y sin quererlo de las libertades sociales. Aunque cómo dice la frase que corona este texto, es mejor leer la mitología que la verdad.


De igual modo que en la película Control (Anton Corbijn, 2007) narraba la vida Ian Curtis, líder de Joy Division, obviando su personalidad egoísta y déspota, o el masivo consumo de estupefacientes (entre otras cosas), centrándose únicamente en su talento y en su miedo a la epilepsia que sufría en silencio, para narrar una pequeña historia que homenajeaba la creación de Joy Division, El quinto Beatle tiene ese mismo sentido de maravillarnos, sin necesidad de mostrar todo lo malo que le ocurrió en vida a Brian Epstein, a excepción de aquellos detalles sumamente importantes para el desarrollo de la historia, cómo su fascinación por los Toros y los Toreros (y por extensión nuestro país), que siempre utilizaba su arte para explicar sus ideas o convirtiéndolo en una metáfora de la vida.

Ya que no hay necesidad de ver la manera en que los Beatles despreciaban a su mánager, la persona que los puso en oídos de todo el planeta y les llenó los bolsillos de libras, más que nada por que en pocas líneas sabremos leerlo entrelíneas. Cómo el abuso despechado que sufrió de algún amante más interesado en su poder y dinero que en quererlo por quien era.


A pesar de ser un relato agridulce, resulta agradable y hermoso, por la simple razón de conectar el protagonista con el lector (algo que hacía muchísimo tiempo no lograba con ninguna lectura); conseguir que nos importe aún sabiendo su desafortunado final, siendo participes de sus éxitos, batallando a su lado por conseguir lo mejor para todos. Esto es lo que consigue Vivek con su talentoso guión.

Pero no es el único culpable de este especial tributo. El grafismo y arte de Andrew C. Robinson, con sus aguadas y ese carácter alegre que siempre expresan las expresiones de todos y cada uno de los personajes que se pasean por las páginas de El Quinto Beatle, es el complemento perfecto de equilibrio para las palabras de Vivek. Cada página, con su composición narrativa repleta de imaginación, es una obra de arte por si misma.


Robinson es capaz de representar a la perfección cada gesto reconocible, la personalidad de todos los personajes con un sencillo trazo, escondiendo toda la información conocida y necesaria por el lector sin importar que sea seguidor o no de Los Beatles, en esa línea.

Mención aparte es el psicotrópico episodio dibujado por Kyle Baker del paso por Filipinas de los Beatles. Tan divertido y absurdo, de igual manera que esa enervante aventura que sufrió en sus propias carnes Brian Epstein.


Hacía mucho tiempo que no disfrutaba de verdad con la lectura de un tebeo (Novela Grafica), con un trabajo que sus autores han volcado sus sentimientos para hacer el mejor homenaje posible, no solo al protagonista, sino también a un medio de expresión del cual bebemos todos en alguna (o en todas las) etapa(s) de nuestra vida.

martes, enero 14, 2014

After The Disco

Broken Bells Angel&The Fool Broken Bells Holding on for Live

viernes, enero 10, 2014

Girl Power o Power Girl


miércoles, enero 01, 2014

¿Ya 2014? Estás echo un chaval....

Bombay Bicycle Club Carry Me