Advertencia: Este Blog contiene material dirigido a un público adulto e incluye desnudez, lenguaje vulgar y alusiones de tipo sexual. Se recomienda orientación paterna.

viernes, diciembre 31, 2010

Feliz Año 2011...


.....lo del gimnasio está muy visto.

miércoles, diciembre 29, 2010

De viñeta a Viñeta: American Vampire

Desde hace bastante tiempo, la línea adulta de DC (editorial que publica los cómics de Batman y Superman entre otros), Vertigo, parece (sobre)vivir de reediciones de Sandman o Predicador de manera continua, alargando hasta la extenuación Hellblazer y exprimiendo su actual gallina de los huevos de oro, Fábulas.


Esta situación, por otro lado lógica (es una línea que proporciona prestigio más que réditos a DC), produce en el comprador, potencial o esporádico, reticencias e incluso rechazo en el momento que se nutre de nuevos títulos, la mayoría de la veces de una calidad ínfima (o inexistente) respecto a las vacas sagradas. Pero este no ha sido el caso de American Vampire, sorpresa del año creada por Scott Snyder, Rafael Albuquerque y Stephen King, cuya participación se antoja importante, no solo por la publicidad extra de su nombre en la cubierta, si no por la aportación en el origen del primer vampiro americano.

El Salvaje Oeste, año 1880. Skinner Sweet, forajido, atracador de bancos, asesino algo psicótico, por fin ha sido apresado por la justicia y por con quién no debía. Para su desgracia, en su intento de huida, el destino tenía guardado otras cartas para él.

Los Ángeles, Hollywood, año 1925. Pearl Jones y Hattie son amigas, jóvenes y aspirantes de actrices en plena Gran Depresión americana, enamoradas del actor de moda, más aún cuando este las invita a una de sus famosas fiestas, llenas de glamour e invitados de relumbrón.

Año 1880. Sweet ha sido apresado por vampiros burgueses europeos, dueños del banco que intentó robar y de la expansión del ferrocarril por el continente americano, descontentos de su huida y su frustrado intento de asesinato, sedientos de sangre atacan a Sweet para aplacar su sed, pero antes de rematarlo, parte de su sangre cae en el ojo de su victima. Acaba de nacer una nueva clase de vampiro, el vampiro americano, más fuerte, más agresivo y puede andar bajo la luz del sol.


Año 1925. Pearl se despierta en la morgue. Ha sido dada por muerta tras las brutalidades sometidas por los vampiros que se encontraban en la fiesta. Asustada huye a su casa, donde se encuentra con Sweet, curiosamente su incordio de vecino. Ella necesita consuelo, pero recibe a cambio el beneplácito de Sweet y una única idea: venganza.

A lo largo de los cinco capítulos que consta el primer tomo de American Vampire publicado por Planeta DeAgostini, seremos espectadores de la muerte, resurrección y reinado de Skinner Sweet en la historia reciente de los Estados Unidos, narrada bajo dos puntos de vista: la literaria fantástica de un periodista presente en la captura y muerte de uno de los villanos del antiguo salvaje oeste, y los sucesos actuales (en el año 1925) de la desafortunada Pearl.

Scott Snyder ha creado un universo consistente, una base idónea con las ideas muy claras de aquello que quiere contar y cómo debe hacerlo, dando una nueva vuelta de tuerca a la manida imaginería del vampiro. Aliándose con Stephen King para crear al villano más encantador desde Tony Soprano y Dexter Morgan, el personaje de Sweet no engaña a nadie, es un hijo de puta, punto. Manipulador e inteligente, sus actos sin escrúpulos para acabar con sus enemigos de todas las formas posibles, ya sea de forma física o psicológica (la forma de castigar a uno de sus captores, sería inimaginable en las actuales adaptaciones cinematográficas, ya que no estamos hablando de la actual moda de vampiros para adolescentes, ni del glamour que destilan los protagonistas de True Blood/Sangre Fresca, aunque comparten algunos detalles con sus protagonistas).

Los vampiros creados por Snyder y King son crueles, no por que su conversión les haya arrastrado a una vida de sangre y violencia; la personalidad humana se mantiene, con sus obsesiones y flaquezas, y si siendo humano eras una buena persona, lo seguirás siendo de vampiro como ocurre con Pearl (a pesar de sus arrebatos que conllevan su nueva condición), todo lo opuesto a Sweet, que gracias a su nueva segunda oportunidad, su mala leche se acentúa hasta niveles insospechados.


A pesar del gran trabajo literario, el éxito de American Vampire surge de los lápices y composiciones de su ilustrador, el brasileño Rafael Albuquerque. Compartiendo halagos junto con sus compatriotas Fábio Moon y Gabriel Bá (autores de la excelente Daytripper), son las actuales estrellas del sello Vertigo.

Conocido por el gran público por su etapa en adolescentes con superpoderes como Blue Bettle en DC, el salto de calidad dado en American Vampire ha sido enorme. Desde la composición de las portadas, hasta la narración ágil y fluida en las páginas interiores, por no hablar del cambio de estilo y colores según la época: colores vivos y un trazo más suelto para el viejo oeste, colores más apagados y fotográficos y u trazo más grueso y sombrío para la actualidad. Además su manera a exagerar el estado agresivo de los vampiros, con deformidad de rasgos y cuerpos, muy deudor de los personajes de Crisom, la serie de vampiros creada por el mejicano Humberto Ramos a finales del siglo pasado, suponen una evolución de lo grotesco y la casquería gore que destilaban las páginas del pobre Alex en su búsqueda de redención.


Como había dicho anteriormente, no estamos ante vampiros románticos, sino ante asesinos que desmiembran a sus victimas, que sufren vejaciones para su divertimento, capaces de todo, como debería ser unos personajes sobrehumanos, ajenos de todo sentimiento de culpabilidad, aunque la bondad de los nuevos vampiros creados por el propio Sweet siga a flote.

Una serie a tener muy en cuenta, que no defrauda a nadie que se acerque a sus páginas. Simplemente espero que no alarguen hasta la extenuación la historia, que por recorrer la presente historia americana, tiene un fin marcada. No puedo esperar a ver las andazas de Skinner Sweet en plena Segunda Guerra Mundial.

domingo, diciembre 26, 2010

Get Over It


The Young Evils Get Over It

viernes, diciembre 24, 2010

Navidades Frívolas


Para que nadie no se quede contento, nada mejor que unas Navidades de lo más frívolo

jueves, diciembre 23, 2010

Arts&Crafts: thedirtystory


Una cámara de fotos. Una chica guapa que quiere un book de imágenes. Un chico dispuesto a satisfacer sus ambiciones artísticas. Una historia sucia desde Manchester....thedirtystory

sábado, diciembre 18, 2010

DNA


Darwin Deez DNA (Director's Cut)

viernes, diciembre 17, 2010

De viñeta a Viñeta: La Navidad del Dibujante


Desde Trazos de Bloc podemos disfrutar de la historia corta realizada por Paco Roca expresamente para el especial de Navidad de El País, basado en su nuevo trabajo El Invierno del Dibujante, homenaje de los años dorados de la editorial Bruguera.

jueves, diciembre 16, 2010

De viñeta a Viñeta: DinoMarvel


No van a ser los niños y los frikis los únicos en disfrazarse de sus superhéroes favoritos, también los dinosaurios tienen derecho.

lunes, diciembre 13, 2010

Hoy critico yo: The Walking Dead


Como no podría ser de otro modo, el convoy hizo lo que se esperaba de ellos, huir hacia delante, sin rumbo fijo, en busca de una esperanza que no tiene visos de aparecer.

De esta manera termina la primera temporada de una de las series más esperadas y mejor publicitadas de la televisión moderna, The Walking Dead, basada en la serie de comics creada por Robert Kirkman, Tony Moore y Charlie Adlard, Los Muertos Vivientes para Image Comics, desarrollada por el director y guionista Frank Darabont, responsable de La Milla Verde o Cadena Perpetua.

A grandes rasgos, estamos ante una gran adaptación de las desventuras de Rick Grimes (soberbio Andrew Lincon) y su peculiar familia de supervivientes a nivel técnico, estético, ambiental y de personajes (con alguna que otra excepción), pero que en el computo general respecto a la historia narrada ha sido muy decepcionante, con unos altibajos demasiados pronunciados, por no decir un ritmo muy pausado y lento en cuatro de los seis episodios que consta esta primera temporada, compartiendo los mismo errores de tempo que en el cómic, donde no ocurre nada en varios episodios, resultando aún más sangrante en una serie de televisión.

Tras el magnífico cuarto episodio escrito por el propio Kirkman (biblia de escritura de una serie de zombies y supervivencia apocalíptica), el bajón que representa la serie es asombroso e inesperado, más aún cuando quedaban dos episodios para cerrar la temporada, dando la sensación de no saber qué hacer y cómo terminar una historia iniciada a penas tres capítulos antes. Lo que ocurre en estos dos episodios, bien se podría haber contado en uno solo, evitando así tener que ver un final alargado sin sentido alguno, lo cual es una pena, por que repito, solamente constaban de seis episodios para contarnos el principio de la incepción zombie, nadando en demasiados tópicos, restando importancia al futuro de personajes muy interesantes y bien elaborados.


Con un más que correcto primer episodio (con uno de los momentos de la serie, la piedad mostrada por Rick al matar un zombie sin piernas), los cambios respecto al cómic se inician con el segundo episodio (el mejor junto con el cuarto, ya que elevan el nivel de calidad de la serie), al introducir con acierto más personajes supervivientes que los vistos en las páginas dibujadas por Tony Moore. Las distintas personalidades y la forma de adaptarse a la nueva situación global, deberían enriquecer (haciéndolo en parte) las conversaciones y choques entre personajes, que por motivos pocos claros, caen en estereotipos muy manidos, sin lograr transmitir una sensación de miedo y desesperación que sí vemos en el cómic.

Uno de estos cambios más pronunciado se produce en el personaje de Andrea (Laurie Holden), pasando de ser una veinteañera de fuerte carácter, dispuesta a arriesgarse la primera, a una casi cuarentona amargada con poca personalidad y quejica. Entiendo que es necesario tener siempre un personaje así, pero parece que Daryl Dixon (Norman Reedus), uno de los nuevos personajes, ha tomado el manto de la Andrea de papel, para dar paso a un personaje que uno espera que desaparezca de inmediato.

Pero The Walking Dead tiene muchos puntos positivos, como su gran reparto. Dale (Jeffrey DeMunn), Carl (Chandler Riggs), Glenn (Steven Yeun), Shane (Jon Bernthal), Lori (Sarah Wayne Callies) o Morgan (Lennie James) son calcados a sus contrapartidas de papel, en todos los aspectos. Hablan, se mueven, del mismo modo que cada lector ha imaginado en su mente.


Por no hablar de la atracción fundamental, los propios zombies, únicos todos y cada uno de ellos, protagonistas absolutos en la mayoría de los momentos álgidos de la serie, no por que su aparición deviene de un posible ataque, sino por que a veces trasmiten más que la mayor parte de los supervivientes.

A rasgos generales, es una buena serie, no perfecta (hay mucho trabajo a nivel narrativo y de guión que hacer), que por desgracia ha caído en la reiteración del género demasiado pronto, pero que tiene un futuro abierto y esperanzador para el espectador, cuyo éxito de audiencia a nivel global la a catapultado como una de las atracciones de la temporada que viene.

miércoles, diciembre 08, 2010

Wild Wild Life


Talking Heads Wild Wild Life

viernes, diciembre 03, 2010

Broken Machine


Zowie Broken Machine

jueves, diciembre 02, 2010

Yo de mayor quiero ser albañil: Llegó la hora


Mira que he visto cosas curiosas en una obra, pero un despertador, nunca. La verdad es que es útil, lo pones a la hora de comer o para irte a casa y acicalarse para la ocasión.