jueves, agosto 31, 2006
martes, agosto 29, 2006
24 horas después

domingo, agosto 27, 2006
jueves, agosto 24, 2006
De viñeta a Viñeta: Doom Patrol
Llevo más de quince años oyendo las numerosas alabanzas de Doom Patrol (La Patrulla Condenada) que realizó a partir de 1989, donde se realizaron los mejores números del grupo. La verdad es que tenía ganas de leer La Patrulla Condenada de Morrison, para comprobar sus virtudes. Y gracias a la nueva reedición llevaba a cabo por Planeta, he podido comprobar por qué es merecedora de tales alabanzas.

Bien es cierto que Morrison crea nuevos personajes típicamente suyos, como Crazy Jean (mujer de mil personalidades con sus correspondientes mil poderes), villanos imposibles como los hombres tijera y el culto del Libro no escrito, un trasunto romántico de Jack el Destripador, amigos invisibles asesinos, o el grupo de villanos llamados la Hermandad de Dada, etc...
Las primeras sagas sirven de presentación del nuevo grupo y de los personajes confeccionados por Morrison, con historias algo absurdas pero que marca el camino que seguirá la serie, villanos y situaciones extravagantes, con un toque mágico y surrealista, mucha mística, donde tiene cabida todo lo extraño del Universo DC (propósito por el cual fue creada la Patrulla Condenada en 1964, superhéroes de lo oculto). Hay que ser sincero, no me imagino a Superman pegandose con Jack el Destripador en un mundo-sueño paralelo, donde la lógica es ilógica, y la mágica marca las leyes físicas.

Tras unos siete primeros episodios que no aportan (bajo mi punto de vista) mucha originalidad al género de superhéroes, aunque situaciones un tanto atípicas para la época (finales de los ochenta), que me llevaron a pensar que no era para tanto las grandes críticas, la saga, El cuadro que se comió Paris, empieza a demostrar todo lo que yo había oído; grandes ideas, una historia más grande que la vida misma, acorde al atípico grupo de superhéroes que es la Patrulla Condenada, batalla contra la Hermandad de Dada, villanos absurdos como impecables, que si hubieran sido creados por otro guionista menos conocido, habría cavado su propio despido. Y este es un punto a tener en cuanta, ya que Morrison venía a remontar las paupérrimas ventas del título, de esta manera tenía camino libre para hacer todo aquello que quisiera, por absurdo o inadecuado que fuera.

El gran pero es el apartado gráfico; Richard Case y Dough Braithwaite no son grandes dibujantes, ni grandes narradores. Estamos hablando de la época anterior a Image, donde el dibujo no era lo primordial. Sin ser nada de otro mundo, Richard Case tiene un dibujo feo, estático, personajes rígidos y feos, diseños más que discutibles, fondos inexistentes, que la editorial lo coloca al frente de la serie para que mes tras mes entregue puntualmente las páginas, y de esta manera siempre llegue el cómic a los kioscos; Case es trabajador, pero no consigue que los histriónicos guiones se entiendan, más bien confunden, enrevesado las extrañas ideas de Morrison. Si esta serie hubiera tenido otro dibujante más capaz, un Simon Bisley, autor que se ocupaba de las portadas, un Dave Gibons, un Arthur Adams, cualquier otro con un pizca de calidad, pero sobre todo imaginación artística y visual, estaríamos hablando de un clásico, de una obra a tener mucho en cuenta.

Tras la conclusión de El cuadro que se comió Paris, inesperada y sorprendente, Morrison ha cogido las riendas de la serie, ha hecho suyos todos sus personajes, deleitandonos con un recorrido por la mente de Crazy Jean, representada por una línea de metro, donde cada parada es una de las mil personalidades del personaje; una nueva saga donde vuelve a aparecer el culto del Libro no escrito, con nuevos sicarios que harían las delicias de Terry Gillian y Dalí (por cierto, la saga se desarrolla en Barcelona, donde la acción trascurre en todas las obras de Gaudí, aunque con el dibujo de Case, puede ser cualquier ciudad), y presentando un nuevo aliado de la Patrulla Condenada, Willoughby Kipling, homenaje de Morrison al personaje creado por Alan Moore en las páginas de La Cosa del Pantano, John Constantine; y una vez resuelto el nuevo conflicto, una divertida historia sobre dos villanos clásicos de la Doom Patrol original.

Aunque todo lo ocurrido anteriormente es el preludio a la actual saga: Danny la calle viviente, la agencia de asesinos Hombres N.A.D.I.E., un supervillano obsesionado con telecomedias (risas enlatadas incluidas), Flex Metallo superheroe olvidado por todo el mundo, dos razas de alienígenas extravagantes enfrentados por la última flor del árbol de la sabiduría/ridículo, la nueva base de operaciones de la Patrulla Condenada, cambios en uno de los componentes del grupo, y más delírios.
martes, agosto 22, 2006
Post nº 300: Deconstrucción
viernes, agosto 18, 2006
Tú decides: Little Man Tate
Little Man Tate The Agent
Little Man Tate What? What you got?
Si os han gustado alguno de los videos o los dos, podéis descargalos en el enlace de abajo, y de regalo una canción demo del grupo, poco a poco serán los nuevos Arctic Monkeys.
jueves, agosto 17, 2006
Ebrovisión 06

miércoles, agosto 16, 2006
De viñeta a Viñeta: Tengo Vértigo

Parece que en DC han cogido el gusto a regalar cómics on-line, más bien avances en pdf de sus nuevas series. Ahora la cosa ha cambiado, puesto que están a nuestra disposición el primer número de sus series más famosas (y rentables) del sello Vertigo. De esta manera disfrutaremos de 100 Ballas, Fábulas, Y, el último Hombre, Predicador y la serie insignie del sello, Sandman de Neil Gaiman, eso sí en inglés.
martes, agosto 15, 2006
Músicando que es Gerundio
viernes, agosto 11, 2006
Jack Black es Super Nacho

Página oficial USA en castellano
Página oficial España
Página oficial España Juegos
Segundo Trailer
jueves, agosto 10, 2006
De viñeta a Viñeta: Steve Bucellato

Caso curioso. Steve Bucellato comenzó su carrera artística en la década de los ochenta, coloreando las páginas de las distintas series mutantes de la Marvel. Con la llegada de las nuevas técnicas informáticas creó su propio estudio, y a partir de entonces se dedicó a ilustrar de manera esporádica. Es uno de los más interesantes ilustradores de portadas y Pin-Up's actuales.
Hoy critico yo: Silent Hill

Mi conocimiento del universo de Silent Hill se extiende en que transcurre la acción en un pueblo maldito, es un juego de terror, donde hay que realizar todo tipo de puzzles para terminarlo. Y ya. No conozco a los personajes y al elenco de criaturas que pueblan Silent Hill, de esta manera el único motivo para acercarme a ver la película reside en su director, Christophe Gans, autor de El Pacto de los Lobos y Crying Freeman.
La película me dejó un poco frío; me esperaba algo más, una película de terror psicológico mucho más de lo que es; un final más espectacular, aunque este no es malo, desvirtúa el resultado global. Con esto no quiero decir que no entretuviera, por que lo hizo, pero con un sabor agridulce. Hay numerosas críticas positivas sobre el film, yo por mi parte voy a hablar sobre su director y sobre la gran cantidad de virtudes visuales y cinematográficas que tiene Silent Hill.
El mismo juego ha bebido del lenguaje visual que tienen las películas de terror, de esta manera Gans obtiene una base fílmica por donde empezar a trabajar, llevando la cinta al terreno visual necesario para que la película no sea un continuo despliegue de efectos especiales a ritmo de videoclip, resultado posible de estar en otras manos menos capaces. Además, la inclusión de la banda sonora original del juego, ayuda a crear el ambiente necesario para que cada una de las situaciones sean por si mismas interesantes y fluidas, y la película no se resienta.

Gans realiza un trabajo de producción y diseño de manera artesanal, pero sin perder sus influencias técnicas y estéticas en ningún momento, aunque obviando su amor por el Anime y Manga japonés muy presente en sus dos obras anteriores, de esta manera consigue la atmósfera necesaria para recrear los tres estados donde se ubica el pueblo de Silent Hill: la Luz, la Oscuridad, y la Realidad. Los efectos especiales son los necesarios, no existe ningún plano de más. El paso de la Luz a la Oscuridad es impresionantemente sencillo y efectivo, donde iluminación, sonido e imagen son un mismo elemento representativo, si falta uno se pierde las sensación de encontrarte entre los restos de un pueblo maldito (que no deja de ser un escenario, pero así no lo notas).
Cada localización, edificio, utensilio, cada uno de los diferentes trajes, poseen un detallismo puntilloso, aunque el mayor logro son las diferentes criaturas que pueblan la Oscuridad, junto con Silent Hill los verdaderos protagonistas de la película. La caracterización es sublime, e incluso superior a las imágenes que he podido ver del juego. Como ocurre en 28 Días después, aparecen poco, dejando con ganas de ver más, un punto a favor de Gans, ya que de esta manera consigue la atención necesaria para no perder el hilo de la historia, con la intentona de ver más la atrayente oscuridad.
A mitad de la película se produce un bajón muy pronunciado, algo que Gans consigue superar de la mejor manera posible, pero no es culpa suya, sino de guión, momento donde intenta desarrollar un poco las personalidades de los protagonistas humanos, tópicas y predecibles, con alguna vuelta de tuerca agradable, pero de forma muy somera.
Christopher Gans ha recreado un universo nuevo al celuloide con nota muy alta, donde un guión mejor hubiera acompañado el resultado final, circunstancia que últimamente se repite mucho en el cine no solo de acción o de ciencia ficción, sino en el convencional o en una simple comedia.
lunes, agosto 07, 2006
Tú decides: ¿Bailas, preciosa?
Ok Go Here it goes again
Fat Boy Slim Weapon of choice
viernes, agosto 04, 2006
Miscelánea Musical